miércoles, 30 de diciembre de 2015

La fuente de la infelicidad; Culpa y preocupación

 "No puedo parar de preocuparme, el corazón me va a mil por hora y ya no sé que hacer para pararlo. Hace 2 semanas que tomé la decisión, no sé si bien o mal, de dejar a mi marido. Hacía ya muchos años él no podía parar de beber y una y otra vez llegaba tarde a casa y muy bebido. Cuando me enfadaba se ponía a dar voces. Ahora no sé si he hecho lo correcto, me siento culpable porque creo que soy egoísta dejándolo, ahora no sé si va a ser capaz de salir adelante y mas con su problema., siento que lo estoy abandonando. Cuando me casé mi madre siempre me repetía aquel dicho popular “con la cuchara que coges comes”. Me preocupa que siga bebiendo y se enferme por mi culpa”



Este es parte del relato de una paciente que tuve hace algún tiempo y como se puede leer, la culpa y la preocupación por haberse separado de su pareja la tenía totalmente paralizada. Y es que la culpa y la preocupación son las dos emociones mas inútiles que hay y son las que generan la mayor cantidad de sufrimiento, y como dice el título de este artículo,son la mayor fuente de infelicidad.

El ser humano viene dotado de un conjunto de emociones básicas que nos ayudan a exteriorizar nuestros sentimientos y expresar así nuestro estado de ánimo. Nuestras emociones básicas nos hablan, nos guían en la conservación del organismo y en la socialización con los demás, nos predispone a la acción. Según que autores estas pueden ser desde cuatro a ocho, aquí nombraré cuatro acompañada de su respectiva función: 

El miedo: Esta emoción nos advierte de un peligro inminente que puede atentar a nuestra integridad, nos protege. Si aprendemos a conocer primero la situación y a gestionar el miedo después, experimentaremos la prudencia y nos alejaremos de la temeridad, la fobia, etc.
La alegría: Todos deseamos sentirla en todo momento. Su función es ayudarnos a crear vínculos con los demás. Si la gestionamos bien, podremos alcanzar la serenidad y la plenitud
La tristeza: Es la emoción que nunca deseamos sentir, pero si no la sintiéramos no sabríamos valorar la alegría. No existe la una sin la otra. Nos sirve para desahogarnos y soltar lo que no nos pertenece. Nos para y nos hace reflexionar, de esta manera ayuda a nuestro crecimiento personal.
La rabia: Se trata de un impulso para quitarnos algo o a alguien de encima,exteriorizar lo que nos molesta y lo que creemos injusto. Implica una descarga de energía acumulada, que ha veces nos ayuda a conseguir lo que queremos. Mal gestionada nos puede conducir a un problema

Contrarias a las emociones básicas, que nos proporciona los pilares de nuestro crecimiento personal, la culpa y la preocupación son las dos emociones mas inútiles e inservibles, y por ello son fuente inagotable de infelicidad. Se apoderan de ti, y como por arte de magia, anulan tu capacidad de cuestionarlas, se convierten en un dogma rígido que te hace imaginarte como un ser maligno y te dejan inmovilizado en el presente sufriendo por algo que está fuera de tu control. 

¿ COMO CONSPIRAN CONTRA NOSOTROS LA CULPA Y LA PREOCUPACIÓN ?

 La culpa es la emoción que te mantiene congelado por lo que pasó en una época pasada y produce pensamientos repetitivos tales como “ si no me hubiese enfadado con él mi vida hubiese sido mejor, soy mala persona” “ si me hubiese estudiado ese tema no hubiese suspendido, soy mal estudiante” y así un sin fin de pensamientos irracionales. NO tienes que confundir cuando evitamos cometer los errores del pasado y aprender de ellos para mejorar el presente, esto es crecimiento personal.
En el caso que describo arriba mi paciente dice “ me siento culpable porque creo que soy egoísta dejándolo”, está convencida de que ha obrado mal cortando con una relación que le generaba  mucho sufrimiento y que seguir así, con preocupaciones y malestar, es lo que debería de hacer. Aquí vemos como la culpa en un nivel extremo te hace olvidarte de ti y que tu mismo te autocastigues.

 Por otra parte la preocupación es la emoción que te congela en el presente por situaciones imaginarias que se podrían dar en el futuro. Hacemos de futurólogos y sabemos, con lujo de detalles, que situación desagradable nos deparará el futuro y todo esto con un porcentaje de acierto increíblemente alto. No debes confundir preocuparte con preparar algo para el día siguiente, por ejemplo preparar el bolso por la noche para ir a trabajar al día siguiente, o hacer planes para el futuro. Estas situaciones no te paralizan, al contrario, te activan y así afrontas las situaciones. En el caso de arriba mi paciente se preocupaba por si seguía bebiendo solo, como si eso estuviese bajo su control, eximiéndole a él de su responsabilidad última.

¿ COMO NOS APODERAMOS DE LA CULPA Y LA PREOCUPACIÓN ?

Estas emociones inservibles llegan a nosotros transmitidas, muchas veces, por nuestros padres y del ambiente que nos rodea. Cuantos de nosotros hemos hecho alguna travesura cuando niño o hemos llegado tarde a casa y nuestros padres nos han dicho “ ves por tu culpa no hemos dormido en toda la noche y tengo que trabajar temprano”. Aquí se da por hecho que yo he sido el causante del insomnio y cargas con la culpa del malestar causado, así sin mas.

En el caso de mi paciente el comentario que le hizo su madre al casarse " con la cuchara que coges comes" ella lo tenía como un dogma que si lo cuestionaba era de mala persona. Esto la mantenía anclada al sufrimiento.

La preocupación en la sociedad donde vivimos va asociada a ser responsable y que te desvives por los demás. Por el contrario si no te preocupas o no te culpas por cosas triviales eres tildado de despreocupado, de irresponsable e incluso de persona sin escrúpulos. Un ejemplo puede ser cuando nos ven relajados y al día siguiente tenemos un examen importante, nos dicen que no entienden como puedo estar tan despreocupado. Yo contesto a esto que si me preocupo demasiado me paralizo, eso haría que no me centre estudiando, me cueste dormir y finalmente no estudie, aumentando las posibilidades que suspenda. Así que mas que preocuparte, tienes que planificarte y ocuparte de las cosas.

En consulta trabajo esto mucho con mis pacientes, que aprendan a identificar estas emociones para analizar en detalle el coste-beneficio que nos generan y que sean conscientes de la cantidad de pensamientos erróneos que mantienen estas dos emociones increíblemente inútiles.

Para saber mas, recomiendo la lectura del capítulo 4 del libro “Tus zonas erróneas”.





Domingo Martín Déniz, Psicólogo general sanitario.


viernes, 28 de junio de 2013

El Cerebro Enamorado: Una "Locura" Pasajera.




Tiempo de lectura: 5 min.


Pasaban los días y no me la podía quitar de la cabeza. Desde que la conocí algo ha cambiado en mí, me gusta todo de ella, espero ansioso que me escriba un mensaje para verla. Cuando chateamos estamos horas y horas, pierdo la noción del tiempo.

Nunca me ha gustado conducir mucho pero si me llama recorreré los kilómetros que haga falta solo por estar un rato a solas con ella.

Últimamente cuando salgo con mis amigos (siempre y cuando no quede con ella…claro está) me fijo mucho en otras chicas que tienen características similares y parece que la veo a ella, hasta el punto de sentir una activación por todo el cuerpo. Mis amigos me dicen que estoy
obsesionado y medio atontado con esa chica y que no hago nada más que hablar de ella.

Cuando por fin quedo con ella me vienen esas “ maripositas en el estómago” que a veces no me dejan ni comer, estoy más activo que de costumbre como eufórico……soy todo oídos para ella, incluso la acompaño al teatro y encima hasta le invito la entrada……quién me lo iba a decir…en fin me siento tan bien…( se me queda una risa tontona…) Mis amigos me dicen que con lo tacaño que soy no se explican cómo puedo gastarme dinero en el teatro.

Salgo poco con mis amigos, estoy siempre con ella. Llevamos un mes  y me recorre un estado de bienestar y activación que por momentos se me hace extraño…pero me gusta. Mis amigos dicen que actuó como un adicto en busca de la dosis que me proporciona el estar con ella.

¿ Qué pasará por dentro del cerebro de un enamorado?

lunes, 17 de junio de 2013

El Arte de la Tristeza: Una vuelta por la Vida


Tiempo de lectura: 5min.

Ha pasado ya algo más de 6 meses  que estoy en aquel trabajo con el que siempre había soñado.  Estoy bien la verdad, tengo buenas relaciones con mi jefe, salvo alguna diferencia que otra,  y con los compañeros me llevo bien excepto con algunos que se les ve el plumero. Presiento que se están poniendo en mi contra, últimamente  noto como  cuchichean de mí y cuando los veo disimulan esbozando una leve sonrisa, sabía que estaban en mi contra. 

Seguro que pensaran que no seré capaz de afrontar el nuevo proyecto que han propuesto y la verdad pienso que no sé si seré capaz de estar a la altura, parece que me da vértigo. No puedo dejar de pensar que si no me enfrento a ese proyecto pueden despedirme.

 Llevo  algo más de una semana un poco apático, no sé como triste y sin ganas de mucho la verdad, como si estuviese medio apagado en OFF. No me apetece ni ir a comprar por no encontrarme con la gente, puffffff!!! Que antisocial me estoy volviendo, que miedo… Encima ahora tengo otra ruta para llegar al trabajo y el tráfico es desastroso ME AHOGA. Encima en mi familia el ambiente está alborotado siempre con sus más y sus menos, me estresaaaan!!. Hago esfuerzos para no sentirme así de mal, que son en vano, parece que entre más me esfuerzo por estar bien más triste me pongo ( RESOPLO….) Parece que todo está en mi contra, ya lo decía el horóscopo….¿ se abran alineado los planetas para que me salga todo mal?

viernes, 7 de junio de 2013

Para Bien o para Mal, Condicionados por la Vida.


Tiempo de lectura: 5 min

Nunca había sido un amante de los perfumes y menos aquellos que tienen un olor fuerte que se instalan en la nariz sin dejarte oler nada de lo que te rodea, encima algunos hasta marean y no solo por el precio. Tampoco me gustaban aquellas canciones excesivamente lentas, me parecían aburridas y monótonas. Lo mío es la música fuerte, estridente esa que te hace moverte casi sin querer (para la gente con ritmo)  :).

Hace ya casi un año que no veo a Julia, una chica con la que estuve, de la que tengo buenos recuerdos. Amante de los perfumes potentes, esos que antes ni me gustaban, y de las baladas pegadizas en inglés, que aparte de no entenderlas no me decían nada.

Ahora resulta que cada vez que huelo ese perfume oloroso y penetrante, me resulta embriagador y si eso se acompaña con la música que escuchaba con ella, como dice un dicho popular en mi tierra “apaga la luz y vamos”. Ese conjunto de olor-música ahora resulta que hasta me gusta, quién me lo iba a decir, me hace revivir muy buenas sensaciones que parecen que se hacen presentes.

Una vez recuerdo, con cierto escalofrío, que iba con ella en el coche y fuimos testigos de un grave accidente. En ese momento sonaba en mi coche una  de mis canciones favoritas, a partir de ese día ya no es mi preferida, ahora me genera recuerdos negativos acompañado de sensaciones extrañas.

A veces me pregunto como algo que antes pasaba desapercibido e incluso llegaba a molestarme ahora me gusta e incluso lo busco. Y qué decir de mi canción favorita que tanto disfrutaba escuchándola que ahora no aguanto. 

 ¿Le estará pasando algo a mi querido cerebro?